¿Alguna vez te has preguntado como consiguen las redes sociales, los videojuegos o el juego online atrapar a millones de usuarios? ¿Por qué los juegos online gratuitos como Candy Crash generan tantos beneficios? La respuesta a todas estas preguntas la tiene el sistema de recompensas variables.
La Caja de Skinner
El comportamiento humano en el entorno digital tienen mucha relación con la teoría del conductismo que estudió el psicólogo B.F.Skinner. En su estudio, quería descubrir como conseguir que ciertos animales reprodujeran cierto comportamiento a través de recompensas. Uno de sus inventos más conocidos es “la Caja de Skinner”.
En esta caja se encontraba un pequeño animal como una rata o una paloma. El equipo encendía las luces de dentro de la caja y el animal sabía que, si apretaba la palanca adecuada obtendría su recompensa. El objetivo de este experimento era intentar saber cuánto tiempo estaba el animal reproduciendo un mismo comportamiento. Probaron diferentes tipos de recompensas e intervalos hasta que finalmente Skinner y su equipo encontraron un tipo de recompensa que era la que conseguía que los animales pulsaran más veces la palanca durante más tiempo. En este caso, la frecuencia de la recompensa era variable sin un patrón determinado y el resultado fue sorprendente, ya que los animales pulsaban la palanca impulsivamente.
De aquí nació el sistema de recompensas variables donde la incógnita y la aleatoriedad de no saber cuando tendrían la recompensa hacía que el comportamiento repetitivo de los animales fuera muy difícil de extinguir.
Sistema de recompensas variables
Y te preguntaras: ¿Este comportamiento también lo podemos ver en los humanos? Pues sí y toda la culpa la tiene la dopamina. Robert Sapolsky estudió la dopamina para descubrir cómo se relacionaba esta molécula con el comportamiento de los seres humanos. Descubrió que la dopamina no es una substancia que nos recompensa cuando hacemos algo, sino que es la substancia que nos lleva a hacer algo. En otras palabras, es la substancia que nos da el empuje (en ese momento de incertidumbre)que necesitamos para realizar la acción cuando vemos la señal.
De esta señal es donde sacan los beneficios el mundo de los videojuegos donde está floreciendo el sistema de recompensas variables, sobre todo en los videojuegos gratuitos. En ellos, el juego es gratuito pero los creadores lo llenan de objetos de recompensas variables como cajas y cofres, que requieren que el usuario haga un micro pago para poder abrirlos u obtenerlos.
Pero no solo lo encontramos en videojuegos, sino también en casi todos los bares y restaurantes, como las famosas máquinas “tragaperras”. Estas máquinas están diseñadas para que perdamos dinero (y lo sabemos), pero la aleatoriedad del juego y el instinto de “A la siguiente seguro que me toca” hace que no podamos parar de jugar y se convierta en todo un vicio.
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Las redes sociales han crecido mucho en esta última década y una de las razones es que muchas esconden un sistema de recompensa variable.
B.J Fogg en 1998 creó el “laboratorio de tecnología persuasiva” donde quería investigar cómo hacer una tecnología más persuasiva para generar un comportamiento concreto entre usuarios. Fogg y su equipo defienden que para que una tecnología sea más persuasiva y nos lleve a hacer un comportamiento concreto necesita tres cosas:
- Ability: tenemos que saber utilizar la tecnología.
- Motivation: tenemos que tener un motivo.
- Trigger: una señal (sistema de recompensa variable) que nos recuerde que tenemos que hacer un comportamiento en concreto.
El objetivo de las redes sociales es que pasemos el máximo tiempo posible para que nos puedan pasarnos más anuncios y ellas ganen más dinero y aquí, es donde entra el sistema de recompensa variable.
Lo primero es la habilidad. La tecnología en estos últimos años ha hecho un gran salto en la usabilidad, ya que gran parte de la sociedad que tiene acceso a la tecnología sabe utilizar sin ningún tipo de problema las redes sociales.
Luego llega el componente de motivación: En Facebook conectar con personas del pasado, en Instagram compartimos nuestra vida para conseguir afecto social, en LinkedIn conectar con nuestros compañeros de trabajo y alardear, en YouTube entretenerlos …
Fuera de estas dos cosas que todas las redes sociales cumplen, está el sistema de recompensa variable que es la señal. En las redes la clave del éxito se encuentra en las notificaciones que nos recuerdan que tenemos que volver a las rede sociales y pasar más tiempo. Luego está la acción que en las redes se traduce como tiempo de consumo y finalmente, la recompensa variable que es el recibir contenido que, tanto si es negativos como positivos consumimos igualmente.
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